Historias desde Indonesia

Historias de ese viaje que no hemos preparado en absoluto

Ahora mismo estamos en casa


sábado, 14 de julio de 2007

Algunos efectos paranormales conocidos

Ya hemos llegado a Singapur y por lo poco que hemos podido ver - apenas llevamos 24 horas en el pais - todo sigue como lo dejamos ahora justo hace un anyo - dos sellos en el pasaporte uno con el 12/07/06 y otro con el 13/07/07 atestiguan que hace exactamente un anyo pasamos por aqui -.

Para la gente que se pregunte como es Singapur, podemos decirles que es un estado-ciudad cuyo centro esta compuesto exclusivamente de tres abundantes ingredientes, a saber: centros comerciales, oficinas y hoteles de lujo, todos ellos encapsulados en rascacielos que no desmerecen a los equivalentes yanquis. En esta zona la gente es tan limpia que no se puede ni comer ni escupir en los transportes publicos ni en los ascensores. Fuera del centro se encuentran los barrios tradicionales - malayos, indios, chinos, ... - y sobre todo un olor nauseabundo que lo impregna todo y que procede de la fruta nacional de malasia. La fruta es algo asi como el casco de un policia de Naciones Unidas con pinchos.

En Singapur hay asiaticos por todas partes - nosotros lo vemos todos iguales, pero resulta que pertenecen a etnias diferentes - y hacen cosas tan raras como hacer cola durante mas de una hora para comprar un donut o calificar el barrio de las prostitutas donde hemos acabado alojados - igual que ocurrio en nuestro anterior viaje - como un barrio positivo. Solo esperamos que esta vez la sirena de incendios no nos despierte a las cinco de la manana debido a que un cliente no ha podido contener sus ganas de fumarse un piti despues de cerrar un trato con una trabajadora del barrio.

En un alarde de organizacion, estamos ahora mismo buscando vuelo para irnos a Bali - manana mismo si nos dejan - e incluso hemos consultado la guia que compramos el lunes en Barcelona y hemos estado mirando informacion de Singapur en una libreria - no llevamos guia de la ciudad -.

No queremos pasar por alto la revelacion que con gran emocion se nos ha manifestado en el vuelo de la Turkish que nos ha llevado de Istanbul a Singapur, cuando al bajar la intensidad de las luces, todo el avion ha quedado banado en una penumbra azul y grana. Claramente, los turcos son del Barsa. Impresionante!