Historias desde Indonesia

Historias de ese viaje que no hemos preparado en absoluto

Ahora mismo estamos en casa


martes, 17 de julio de 2007

Si la companyia aerea no te pierde las maletas, pierdelas tu

Contratamos nuestro vuelo a Bali desde Singapur con un dia de antelacion. El vuelo era a las 19:00 y pensamos que con presentarnos en el aeropuerto con una hora de antelacion bastaria para realizar los tramites de facturacion, tomarnos un cafe y pasar inmigracion. Ademas como el aeropuerto de Singapur esta muy bien conectado en metro con nuestro alojamiento bastaria con recoger las maletas a las cinco de la tarde.

Esperando la llegada del metro, el reloj del anden marcaba las seis de la tarde, ibamos un poco retrasados pero quedaban solo dos paradas. En diez minutos estabamos en el aeropuerto, ademas era nuestro dia de suerte ya que nuestra terminal era la que estaba pegadita a la estacion. Cuando llegamos a la fila de facturacion la cola era enorme, probamos de hacer un check in con una de estas maquinas que te evitan colas, pero no teniamos el numero de reserva asi que tuvimos que colarnos en la fila rapida donde se dejan las maletas. El chico que nos preparaba los billetes nos pregunto si teniamos billete de regreso desde Indonesia y visado, elementos imprescindibles para poder entrar en el pais. En nuestra linea de desorganizacion no teniamos ninguna de las dos cosas a pesar de que el tema del visado no parecia preocupante ya que para algunos paises este es emitido en el mismo aeropuerto de llegada. El tema del billete de regreso si era un problema, el reloj marcaba las 18:20. Le preguntamos si habia un lugar donde conectarse a internet, nos indico uno en el piso de abajo. Bajamos y al no encontrarlo preguntamos y nos dijeron que en el Mc Donalds de al lado habian unos PCs con conexion a internet. Estaban todos ocupados. Sin un segundo de vacilacion, echamos a un nino indio de uno de los puestos y reservamos un vuelo en cinco minutos. A modo de demostracion de posesion de billete de vuelta, necesitabamos imprimirlo, de forma que preguntamos al encargado de la hamburgeseria si tenia impresora y el hombre sin motivo alguno, se enfado - no se que de vender hamburgesas y no una copisteria, pero en ingles cutre -. Salimos corriendo, nos colamos esta vez del todo y conseguimos nuestros asientos en el vuelo a Indonesia. Pasabamos la puerta de embarque con quince minutos de sobras.

El vuelo fue tranquilo hasta que nos dimos cuenta que el billete de regreso desde Indonesia lo habiamos cogido para el 14 de agosto y que el visado nos caducaria un dia antes. Para poneros en contexto, en Indonesia los visados de turista no se pueden extender y no hay manera de cambiar de pais para renovarlo debido a lo disperso que es y a la ruta que queriamos hacer. Como que aterrizabamos a las 21:30 decidimos que seria buena idea esperar a que se hicieran las 12:00 antes de pasar inmigracion y entonces ganariamos ese dia que necesitabamos!, claro que corriamos el riesgo que las maletas dando vueltas durante mas de dos horas en la cinta se perdieran, las robaran o pasara cualquier cosa.
Una vez en el aeropuerto de Bali y para hacer tiempo se le ocurrio a Arturo que podriamos simular un transito entre vuelos, cosa que nos permitiria pasar desapercibidos y tomar algo mientras esperabamos. El intento fallo de manera triste con Arturo preguntando dos veces a dos agentes diferentes: Can I make a transit ?, peticion por otra parte denegada firmemente en ambos casos. Total, que nos sentamos a 15 metros de inmigracion a esperar que pasaran dos horas y media. Cuando solo quedaban diez minutos uno de los agentes que nos llevaba viendo alli desde el principio no pudo contenerse mas y nos pregunto que haciamos. Una vez puesto en antecedentes, vino a decirnos que eramos idiotas pues la fecha de entrada al pais venia determinada por la del vuelo y no por el momento en el que se pasaba por las taquillas de inmigracion. Cabizbajos y deprimidos nos dirigimos al puesto de control y en un ultimo y desesperado brote de orgullo, expusimos nuestra situacion y preguntamos al oficial de aduanas si era posible obtener un visado que fuera valido hasta el dia de nuestro regreso. La respuesta de este fue a la par contundente e inesperada: esperense aqui mismo 3 minutos y ya habran ganadao un dia ... .

Quedaba entonces recoger las mochilas, que evidentemente, no estaban en ninguna de las cintas, ni tampoco en el garito de la compania aerea, cerrado hasta el dia siguiente. Dejamos una nota rogando que no las enviaran de regreso a Singapur. Tomamos un taxi y nos dirigimos al hotel que no sabiamos si habiamos reservado tras hacer una solicitud via email cuya respuesta no habiamos consultado - nos parecio excesivo hacerlo en el Mc Donalds -. Era la una de la madrugada, el hotel estaba lleno y nuestra reserva no existia.

Media hora mas tarde paseando por la zona de discotecas y bares con un frankfurt en una mano y una cervecilla en la otra, nos dirigimos tranquilamente a nuestra habitacion de un hotel cualquiera. A las 8:30 del dia siguiente, habiamos recuperado las mochilas y tomabamos un delicioso capuccino en un bar del aeropuerto ...